Nos fuimos de Checa a la tierra natal del abuelo materno de
Seba, a Polonia, con un cmontón de falta de información pero con la certeza en
nuestras ganas de buscar aprender de un país al que se lo pasaron de mano en
mano distintas potencias en diferentes etapas de la historia. Si leíste algo
nuestro anteriormente puede que hayas encontrado algún chiste malo por párrafo
y algún que otro chiste bueno cada dos o tres posteos. Pero este no va a ser el
caso, no porque queramos inventar una seriedad exagerada con respecto a los
lugares que visitamos (sobre todo Auschwitz), sino que nos dimos cuenta
mientras veíamos las fotos y seleccionábamos las que nos parecían mejores para
poner acá que en todas las imágenes nosotros estábamos serios. Una mezcla de
respeto por el espacio que estábamos pisando que se combinaba con la
información que nuestras cabezas procesaban sobre de la cantidad de gente que
murió en ese lugar y los terribles maltratos que sufrieron. Para el que no sepa
de qué se trata Auschwitz, fue el campo de concentración más grande y donde murieron
más de 1.600.000 personas durante el nazismo, desde su apertura el 20 de mayo
de 1940 hasta el 27 de enero de 1945, cuando fue liberado por el ejército
soviético.
Auschwitz
Desde
Cracovia se puede llegar en un colectivo interurbano por un precio más que
accesible y la entrada al museo es totalmente gratuita. Sin embargo lo que se
abona es la visita guiada, y como con descuento de estudiante era barato,
pagamos el recorrido con guía y lo bien que hicimos. Los predios de Auschwitz
se dividen en tres: Auschwitz 1 que era el campo original y donde estaban todas
las oficinas administrativas, los cuarteles de los altos rangos nazis y las
prisiones, espacios de tortura y lugares de fusilamiento de los intelectuales
polacos, prisioneros de guerra soviéticos o cualquier líder de relevancia judío
o con ideas comunistas. En este campo murieron poco más de 70 mil personas.
Auschwitz 2 está muy cerca del 1, en la región de Birkenau, y la visitamos
mediante un colectivo gratuito como parte de la visita guiada. Birkenau fue el
más grande campo de exterminio donde murieron más de un millón de personas, más
adelante contamos más en detalle que pasaba en cada uno de estos campos. Por
último Auschwitz 3 estaba un poco más alejado y no lo pudimos visitar. Este
último era llamado Monowitz, de mayor tamaño que el resto y donde estaban las industrias
metalúrgicas alemanas. Los prisioneros que trabajaban en ésta eran esclavos
pero recibían tratamiento médico, y si no estaban en buenas condiciones eran
trasladados a Auschwitz 2.
Los cercos, los muros, los alambres, las torres de vigilancia... los carteles |
Dentro del alambrado los bloques. Fuera, los árboles. Es fácil trasladarse a la época con las imagenes |
Empecemos
por el predio original, Auschwitz 1. En la entrada reza todavía la frase
“Arbeit macht frei” que significa “el trabajo os hará libres”. Los cautivos
llegaban a este campo (y a todos los otros también) bajo la mentira de que
trabajando lograrían la libertad. Los primeros prisioneros fueron unos 700
intelectuales polacos, porque la idea primaria del nazismo era debilitar la
fuerza política de Polonia, que no existan líderes pensantes ya que así sería
un pueblo de fácil dominación. Al poco tiempo comenzaron a llegar judíos en
grandes cantidades, sobre todo desde Hungría, como también “elementos
antisociales” (los nazis le llamaban así a quienes no seguían los estándares
sociales que ellos contemplaban) y homosexuales. En este campo albergaban
alrededor de 15 mil prisioneros, que trabajaban cerca de 12 horas en terribles
condiciones de higiene y con un plato diario de “sopa de maíz” (mezclada con
tierra), y un vaso de agua sucia para tomar, mientras que el desayuno era un té
con tierra y un pedazo de pan duro.
El objetivo principal de los campos de
concentración era la degradación de la persona, deshumanizarlos, que no se
sientan un ser vivo. Es por esto que los sometían a todo tipo de humillaciones:
rapaban de cuerpo entero tanto a mujeres como hombres, dormían en galpones con
suelo de barro (buscaban que los más fuertes desplacen a los más débiles a los
lugares más fríos y sucios, era otra forma de “selección”), los hacían usar
zapatos de madera que les lastimaban los pies (y el que tenía dificultades para
caminar ya no servía para trabajar así que lo mataban con inyección de Fenol)
por lo que muchos decidían andar descalzos, una de las peores degradaciones que
sufrían era el uso compartido de los baños que solo se podía usar dos veces al
día sin embargo, la mayoría de los reclusos sufría descomposturas por la mala
alimentación pero si intentaban ir al baño fuera de su horario permitido eran
asesinados con Fenol, es por esto que muchos preferían “hacerse encima” y las
duchas, que solo podían usarse los domingos, eran con agua fría. Esto es un muy
breve punteo sobre algunas de las situaciones a las que allí estaban expuestos,
si no resumimos este post tendrá 20 páginas.
A los lisiados les eran extraídas sus protesis. Si estaban en buen estado, eran reutilizadas por los soldados alemanes. |
Uno de los tantos ventanales con zapatos de los judíos asesinados. El reflejo de la ventana es inevitable. Esta vez, Seba contemplando no está en un borde... o sí |
La
fachada de los edificios es auténtica como se ve en las fotos, y a excepción
del bloque 11, todo el resto fueron reparados por dentro para evitar su
deterioro. El bloque 11 era un edificio especial para castigar a los
prisioneros, era una cárcel adentro del campo de concentración donde las celdas
tenían solo un metro cuadrado (allí ponían a 3 o 4 con “mal comportamiento” por
vez). Dormían parados. Si bien sacamos
fotos, es difícil apreciar el lugar por la oscuridad del mismo pero pueden
imaginarse como era. En el bloque de al lado, el número 10, se llevaron a cabo
los experimentos en mujeres judías para lograr la infertilidad. La idea nazi
era que una vez finalizada la exterminación de los judíos proseguirían con los
gitanos, pero como éstos eran muchos más en número, planeaban la infertilidad
de las mujeres gitanas para que no se reproduzcan. En este mismo bloque 10
trabajó con sus experimentos en gemelos el “famoso” doctor Mengele, que buscaba
la fórmula para que la raza aria se reproduzca más rápido (haciendo que las
mujeres puedan tener más de un hijo por vez).
En este
campo también se llevaron a cabo las pruebas del gas Zyklon B donde se dio
muerte a 850 cautivos polacos y rusos en aquella primera vez. El guía nos contó
que en principio los experimentos con el veneno no salieron bien porque algunos
sobrevivían, así que tomaron la decisión de construir la primera cámara de gas
en Auschwitz 1 especialmente preparada para que sea mortal.
Zyklon B desparramado y la lata. |
Los bloques donde se hacían las prácticas médicas. |
Nuestra
sensación al caminar entre esos bloques fue la de percibir una tensa calma, un
lugar abierto rodeado de bosques donde inclusive se escuchaba el cantar de los pájaros
pero sabiendo que ahí murieron más de un millón de personas. Nos imaginamos lo
que habrán sentido todos ellos al llegar al campo, bajo mentiras de trabajo y
comodidad, al ver esos grandes espacios verdes. ¿Cuánto habrán tardado en darse
cuenta al futuro que se aproximaban?¿Podría alguno haber imaginado que al
separarse de su familia nunca más volvería a verlos?
En
Auschwitz 2, Birkenau, el escenario es más o menos parecido. Mucha tranquilidad
en los alrededores pero el aire es espeso por la historia que lleva. Este campo
fue construido pura y exclusivamente como centro de exterminio. Así como leen,
el único objetivo era hacer funcionar las 4 cámaras de gas y crematorios para
llevar a cabo el plan “Solución final”, que implicaba la desaparición de todos
los judíos de Europa. En cada cámara de gas morían por día 10 mil personas, y
si, leyeron bien, eran 4. Los judíos llegaban en vagones diseñados para transportar
granos, amontonados. El transporte era el “primer filtro” ya que muchos morían
en el viaje (que podía durar varios días) porque no tenían ni agua ni comida y
el vagón solo se abría en raras ocasiones si tenían que subir más gente. Al
llegar a los campos, un general de la SS seleccionaba a ojo quienes podrían
llegar a “servir” para trabajar y quiénes no. Se paraba delante de una fila y
movía el dedo para la derecha o para la izquierda. Si iban a la derecha, iban
directo a la cámara de gas. Quizás sea necesario explicar que ni los niños ni
los ancianos y tampoco la gran mayoría de las mujeres les parecían aptos para
trabajar. Al mismo tiempo, cuando llegaba un nuevo contingente, había prisioneros
bien vestidos y alimentados que eran obligados a mentirles a los recién
llegados, a consolarlos y decirles que si trabajaban duro todo iba a estar bien
y que el humo que salía de las cámaras de gas era de las fábricas en las que
iban a trabajar.
Los alambrados estaban electrificados. Era uno de los metodos elegidos por los reclusos que querían terminar con su condena |
El bloque 11, el único que se mantiene intacto por dentro. Las canillas donde lavaban la ropa los "privilegiados". |
Fue
imposible que no se nos ponga la piel de gallina estando parados en el
mismísimo andén donde los prisioneros hacían fila esperando saber su destino.
Como ferroviarios nos dio una sensación fea el saber que un medio de transporte
tan noble fue utilizado para tal fin, lo que probablemente fue una de las
páginas más negras en la historia del ferrocarril.
El
funcionamiento de las cámaras de gas era tremendo. Hacían que los judíos se
quitaran la ropa y las pertenencias de valor, les decían que se iban a bañar y
desinfectar para poder empezar a trabajar. Los hacían entrar en las cámaras,
cerraban la puerta y tiraban el Zyklon B por aperturas en el techo que luego
cerraban. El Zyklon B era un veneno para ratas pero científicos nazis
descubrieron que estos químicos mezclados con el aire y a temperatura elevada
provocaba un gas mortal para el hombre. Una vez muertos todos, al cabo de media
hora, otros prisioneros entraban a retirar los cuerpos y seleccionar los
objetos de valor que podían servirle a los soldados. Los cuerpos eran llevados
al crematorio y la cámara de gas era ventilada, para volver a parecerse a
duchas a gran escala. Estos prisioneros que utilizaban para limpiar y
seleccionar eran llamados Sonderkommandos (y también eran judíos) por lo que
sabían el futuro que les esperaba, incluso muchas veces tenían que ver los
cuerpos de sus familiares o amigos, así
que en 1944 intentaron un levantamiento contra los soldados, pero solo
consiguieron destruir parcialmente un crematorio y todos terminaron muertos. En
este pequeño resumen intentamos describir en pocas palabras lo que nos
explicaron sobre el funcionamiento de esta terrible práctica.
Date 5 segundos para mirarla a los ojos. Cuando vimos esta foto nos dio la sensación de que sabía su futuro... sobrevivió solo 15 días dentro de Auschwitz |
A
principios de 1945 el ejército soviético se acercaba a la zona, y los nazis
ordenaron abandonar Auschwitz y a los reclusos que no podían caminar.
Dinamitaron las cámaras de gas y los crematorios con la intención de que no se
supiera lo que había sucedido en esas tierras. A los cautivos que se
encontraban en mejores condiciones los hicieron caminar junto a ellos en
dirección a la ciudad cercana de Loslau, una gran mayoría murió en el camino
debido al frío y la debilidad que tenían. El 27 de enero de 1945 cerca de 7.500
prisioneros fueron liberados por el ejército rojo, y prácticamente todos los
que habían sido abandonados en Auschwitz
no lograron sobrevivir por el grado de desnutrición y enfermedades que
portaban. De los prisioneros rescatados se conocen gran parte de las historias
que trascendieron al día de hoy.
“Según el doctor Miklós Nyiszli superviviente del sonderkommando de
Birkenau, miembros de las SS abrían los vagones de los trenes que llegaban y de
los mismos descendía una muchedumbre de judíos. La selección de los que
consideraban útiles no duraba más de media hora. Una columna con el resto dejaba
el andén...una escalera les conduce a
un subterráneo...un letrero informa en alemán, francés, griego y húngaro, de
que allí se encuentran las duchas y el cuarto de desinfección. La información
contribuye a tranquilizar...Allí encuentran una gran sala, bien iluminada y
pintada... los miembros de las SS dan una orden:"¡Desnúdense!...disponen
de 10 minutos"...después todo el mundo está desnudo...al fondo...entran a
otra gran sala, también bien iluminada...en el centro hay grandes pilares
cuadrados...con canalones de latón con los lados perforados... Se escucha una
nueva orden:"¡Sonderkommando y SS, salid de las duchas!"...una
vez encerrados desde arriba derramaban unas piedrecillas que caían por los
canalones perforados liberando gas ZyKlon-B que invadía la sala. En cinco
minutos mataban a unas 3.000 personas”, extraído del libro “Fui asistente
del doctor Mengele”, pág. 40 a 43.
Bueno,
la idea de este post era que sea de Auschwitz y Varsovia, pero acabamos de
darnos cuenta que escribimos muchísimo sólo sobre campo de concentración (y eso
que resumimos y borramos partes); así que para que este post no sea eterno,
dejamos el apartado de Varsovia para la próxima entrega.
Saludos a TODOS y gracias por leernos...
Auschwitz II... |